El queso es el gran protagonista de este plato, por lo que deberá elegirse con mucha atención. Preferir quesos frescos de alta calidad, y que sean aptos para la cocción, es decir, que no sean de pasta demasiado blanda que luego se derrita por completo durante la cocción.
El paso de remojar los pimientos unas siete horas (aunque podrían ser hasta 10) ayuda a que luego se amalgamen mejor en la preparación.
Variantes
Una variación de esta receta que vale la pena probar es la que se prepara horneando el queso. En ese caso, es preciso dejar el queso entero y hacerle unos cortes en la superficie que lleguen hasta la mitad, sin tocar la base. Se pincela el queso con parte del mojo y se lleva al horno a 180 °C, 10 minutos, en modalidad de calor arriba y abajo. Este tiempo permite que la salsa penetre en el queso y lo ablande en el punto justo. Luego bastará con servir, agregando mojo rojo por encima.
Con qué acompañar el queso asado canario
Además del mojo picón casero que te presentamos en esta receta, puedes probar otras combinaciones que exaltan el sabor del queso asado. Por ejemplo, agrega un chorrito de miel por encima, o sirve con mermeladas (quedan particularmente bien las de higo, de pera o de membrillo), frutas frescas o deshidratadas, como manzana y pera, o higo y dátiles, o hierbas aromáticas, como tomillo o romero.
Cómo conservar queso asado
Lo ideal es consumir este plato en el momento, apenas salido de la sartén o del horno, para saborear la textura semiderretida y deleitarse con los aromas frescos. No obstante, si te ha sobrado preparación o quieres disfrutarlo en otro momento, puedes conservar el queso asado en la nevera hasta 3 días. Procura dejar que se enfríe a temperatura ambiente y envuélvelo en papel film o colócalo en un recipiente hermético, para que no pierda el aroma ni contamine el resto de los alimentos de la nevera. A la hora de comerlo, puedes volver a calentarlo, ya sea en unos minutos en el horno de microondas, o bien en la sartén o en el horno tradicional.