Fotografía de John Carey
Incluso para el chef y propietario Andy Beynon, que no es ajeno a los tejemanejes de las estrellas, tras trabajar para figuras como Jason Atherton, Claude Bosi y Phil Howard, fue una conmoción (pero no una sorpresa).
“Sé que tenemos nivel, el equipo es increíble”, dice. “De verdad que no me lo puedo creer, pero creo que en parte la hemos conseguido por todo el trabajo duro que hemos hecho antes, trabajando con chefs británicos de renombre. Trabajar seis días a la semana, 18 horas al día, no ver a tus seres queridos. Hemos hecho muchos sacrificios”.
Hay otros que tampoco se lo pueden creer y que murmuran que es absurdo que un restaurante gane una estrella en tan poco tiempo y que así se devalúa la marca Michelin. Por supuesto, hay otra forma de verlo: que Michelin puede haber adoptado una estrategia que ayuda a los restaurantes que claramente el premio a sobrevivir en tiempo inciertos.
Tras preguntarle a los responsables de la Guía si realmente habían tenido tiempo suficiente para revisar el restaurante adecuadamente, un portavoz le ha dicho a Fine Dining Lovers: “Conocíamos los antecedentes de Andy Beynon, por lo que nos apetecía mucho probar la comida de Behind y no nos defraudó: cocina de temporada, delicada y equilibrada. Sin perjuicio de la Covid-19, visitamos los restaurantes tantas veces como sea preciso para asegurarnos de que la excelencia se mantiene de forma permanente antes de otorgar una estrella Michelin. El mérito de haber logrado todo esto en Behind en unas circunstancias tan difíciles le corresponde íntegramente a Andy y su equipo”.