También denominadas frutas exóticas en países que no son productores de esta variedad, las frutas tropicales son ricas en antioxidantes y carotenos, ayudan a disminuir los niveles de colesterol, favorecen la digestión, aportan saciedad, son altamente refrescantes y en verano son un aliado perfecto para evitar la deshidratación. Contienen vitamina A y C en importantes cantidades, así como magnesio, hierro, ácido fólico, fósforo y potasio. Y, por supuesto, lo que más destaca de estas frutas es la variedad de colores y formas, que las hacen muy atractivas y especiales.
Fruta de la pasión: conocida también como pasionaria o maracujá, su sabor es dulce y exótico. Es rica en antioxidantes, vitaminas, sales minerales y fibras que contribuyen al correcto funcionamiento del intestino y a regular el nivel de colesterol.
Durián: proveniente del sudeste Asiático, esta fruta cuya cáscara está cubierta por pinchos se caracteriza por un sabor dulce muy intenso y una textura muy particular. Requiere ser manipulada con guantes y es conocida también por ser la “fruta más apestosa del mundo” dado el olor intenso que desprende.
Kiwano: de color amarillo anaranjado, esta fruta también es conocida como pepino o melón africano. Proveniente de Australia y Nueva Zelanda, aporta una buena dosis de vitaminas C y B6, contiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y también es fuente de magnesio, calcio, potasio y hierro.
Carambola: lo que distingue a esta fruta es su forma, similar a la de una estrella. Es recomendable consumirla cuando está bien madura, ya que de lo contrario su sabor es bastante ácido. Es rica en potasio y vitamina C, y además contiene poco sodio y azúcares.
Fruta del dragón: popularmente conocida como pitaya, su color rosa-rojo intenso y las escamas de su cáscara llaman la atención. Su sabor es fresco y delicado, y su gran aporte de vitaminas A, B y C la hacen un superalimento y una gran fuente de energía para nuestro organismo.
Chirimoya: proveniente de Perú y Ecuador, esta fruta se caracteriza por tener un sabor a banana y piña al mismo tiempo. Se utiliza para preparar postres, ya que cuando está bien madura sólo necesita unas horas de refrigerador para alcanzar una consistencia cremosa e ideal para días calurosos. Ayuda mucho a controlar la saciedad y es muy rica en proteínas.
Guayaba: ideal para preparar zumos y mermeladas, la guayaba ayuda a controlar la intolerancia a la glucosa y contiene un alto poder antioxidante.
Lichi: originaria de China, esta pequeña fruta tropical tiene un sabor muy similar al de la cereza. Perfecta para zumos, aporta vitaminas B, C y E y antioxidantes, y es muy recomendable para el sistema nervioso y digestivo.
Papaya: esta fruta tropical muy similar al mango contiene papaína, una enzima que favorece la digestión de proteínas, y por eso es muy recomendada para quienes tienen problemas digestivos. Aporta vitaminas A y C, antioxidantes y potasio, y también ayuda a prevenir la retención de líquidos y toxinas.
Además de las frutas tropicales listadas, existen otras también conocidas, tales como el tamarillo, kumquat, mangostán, tomatillo, rambután, y muchas más.
Frutos secos
Los frutos secos forman parte de los alimentos que deberíamos consumir a diario, ya que sus propiedades nutricionales son ideales para mantener un estado físico saludable. Si bien hay que consumir los frutos secos en pequeñas cantidades, cada uno de ellos se destaca por nutrientes particulares que los hacen especialmente interesantes para las funciones de nuestro organismo.