Aborígenes. Los aborígenes australianos descubrieron las nueces de macadamia hace unos cinco siglos.
Agua y sal. Como muchos frutos secos, las nueces de macadamia contienen inhibidores enzimáticos que pueden alterar el sistema gástrico. Basta ponerlas en remojo durante unas 7 horas en agua con una pizca de sal y dejarlas secar de nuevo si así lo requiere la receta.
Años 2017-2022. En los próximos años se espera un crecimiento en el mercado mundial de las nueces de macadamia.
Calabacín. De todas las hortalizas, esta es probablemente la que mejor casa con las nueces de macadamia. Existen muchas recetas con estos dos ingredientes, desde ensaladas hasta salsas para pasta y hummus.
Coco. A menudo se describe el sabor de estas nueces como similar al del coco fresco. De hecho, estos dos ingredientes se usan juntos en numerosas recetas.
Cruda. Para el consumo en crudo, la variedad Macadamia tetraphylla es más dulce y, por tanto, más apetitosa. En cambio, en las recetas de horno, su contenido de azúcares podría hacer que se quemaran, por lo que en este caso es preferible optar por la nuez de la Macadamia integrifolia, que es la especie más comercializada.
Energética. Es un alimento muy energizante: contiene unas 720-740 calorías por cada 100 gramos.