El consumo de anacardos es también recomendable para controlar el colesterol y los triglicéridos, debido a que contienen compuestos vegetales antioxidantes que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, se suele aconsejar consumir castañas de cajú para acompañar tratamientos destinados a nivelar la glucemia o mejorar la circulación sanguínea. Incorporar anacardos o castañas de cajú a nuestra dieta también puede ayudar a regular el sueño, ya que las grandes cantidades de triptófano provenientes de este fruto seco estimulan la producción de serotonina en nuestro cuerpo, colaborando a una sensación generalizada de bienestar y relajación. Por último, al ser una fuente de magnesio, el anacardo es muy bueno también para los huesos y músculos, lo que contribuye a mantener en buen estado el sistema nervioso central.
En síntesis, los anacardos aportan a nuestro organismo muchísimas ventajas para tener una dieta equilibrada y saludable, así como para fortalecer nuestro organismo. Como es un fruto seco que se puede consumir de diversas maneras, no hay excusas para no tenerlo presente en vuestra alacena.
¿Cuántos anacardos se pueden comer al día y cuál es el riesgo de comerlos crudos?
Considerando todas las propiedades que hemos enumerado, son claros los beneficios de incluir anarcados en la dieta. La dosis diaria recomendada para un aporte calórico equilibrado es de unos 30 gramos (entre 15 y 18 anarcardos).
Como mencionábamos antes, los anacardos se someten a un procesamiento previo a su comercialización que elimina sustancias tóxicas para el organismo humano que se encuentran en su cáscara verde. Es por eso que, aunque parecen crudos, los anacardos que encontramos en las tiendas o supermercados en realidad ya están pelados y tostados, listos para el consumo.
Recetas con anacardos
Tarta de queso vegana
Como ya dijimos, los anacardos o castañas de cajú son un fruto seco muy versátil para utilizar en la cocina. Por ejemplo, podéis preparar una riquísima tarta vegana de queso con anacardos, sobre una base de dátiles y almendras. Solo teneis que procesar las castañas de cajú y añadir aceite de coco, zumo de limón, jarabe de arce, un poco de agua y semillas de vainilla, y luego mezclar todos los ingredientes hasta lograr una consistencia espesa y suave.
Para preparar la base de la tarta, procesad también almendras con coco y un poco de sal, y luego añadir también los dátiles, mezclando todo hasta obtener una textura pegajosa. La mezcla para la base deberá congelarse durante al menos una hora. Una vez que la base esté lista, verter la mezcla de anacardos y llevarla a la nevera, para que se congele durante toda la noche. Antes de servir, dejar reposar a temperatura ambiente unos 15 minutos.
Kaju Katli (Dulce de Anacardos)