Aunque la chef colombiana Leo Espinosa y la directora de bebidas Laura Hernández Espinosa invirtieron tiempo, energía y amor para crear un nuevo hogar para el Restaurante LEO en la Zona Rosa de Bogotá, la pandemia tenía otros planes para el equipo de madre e hija, y su apertura, que estaba prevista para mayo de 2020, sencillamente no pudo ser.
"La hostelería se vio muy afectada y habíamos invertido mucho en la apertura de 2020; hasta íbamos a organizar un evento de Bogotá Madrid Fusión", nos cuenta la sumiller Laura. "Pero la pandemia nos obligó a mantener las puertas cerradas, lo que acabó siendo una bendición por los riesgos que podía implicar el lanzamiento. Sin embargo, tuvimos que tomar la difícil decisión de vender los dos locales de Misia, nuestro restaurante de comida caribeña, en Bogotá y Cartagena de Indias".
Laura Hernández Espinosa: "Ha sido un renacer para nosotros"
Con LEO cerrado y tras tomar la decisión de abandonar el proyecto de Zona Rosa (con importantes pérdidas económicas y de todo tipo), los socios del negocio se encontraron con mucho tiempo libre. Cuando surgió la oportunidad de demoler un almacén en el barrio de moda, Chapinero, Leo y Laura volvieron a empezar, embarcándose en un ambicioso proyecto arquitectónico para construir un nuevo establecimiento a su gusto. "No suelo recurrir a los tópicos, pero ha sido un verdadero renacer para nosotros", dice Laura.
Aunque el Restaurante LEO siempre se ha caracterizado por una oferta muy equilibrada (Leo en la cocina y Laura ideando maridajes para los menús degustación de su madre), el posible lanzamiento 2.0 en junio de 2021 elevó considerablemente la apuesta por el maridaje. Aunque su filosofía "Ciclo-bioma", que utiliza la gastronomía como herramienta para el desarrollo social y económico de las comunidades indígenas y afrocolombianas, sigue siendo primordial, dos cambios importantes fusionan aún más sus respectivos mundos entre lo sólido y lo líquido.