Consejos y trucos
Si quieres congelar las uvas por separado, te convendrá ponerlas en una fuente de horno o una placa que entre en el congelador, para mantenerlas separadas. Una vez transcurrida aproximadamente una hora, cuando ya estén semicongeladas, puedes retirar la bandeja o colocar todas las uvas en una bolsa apta para freezer.
Procura que las uvas que congeles estén frescas y en buen estado.
Para darle un toque más atractivo a tus brochetas, puedes combinar las variedades blanca y tinta, alternándolas.
Variantes
Si quieres probar una opción más golosa, puedes recubrir las uvas con chocolate antes de congelarlas. Otras opciones para dar un toque diferente a esta receta es agregar especias, por ejemplo, canela o jengibre en polvo. También puedes sumergirlas en yogur, ya sea blanco, griego o de algún sabor frutal, y luego congelar las uvas en una bandeja, siguiendo los pasos que explicamos más arriba. Al igual que con la opción con chocolate, el resultado serán unos minibombones de uva congelados. ¡Deliciosos!
Con qué acompañar las uvas congeladas
Las uvas congeladas pueden comerse en cualquier momento del día, más aún si hace calor. Puedes incluirlas en el desayuno, para acompañar, por ejemplo, un bol de yogur o unas gachas frías, o comerlas como tentempié a mitad de la mañana. Pueden ser una adición sofisticada a un aperitivo, ya que quedan muy bien acompañadas de un vino rosado o de un espumoso. También puedes utilizarlas como ingrediente de smoothies o batidos, ya que al estar congeladas, agregarán un toque frío y una textura granizada a tus preparaciones.
Cómo conservar las uvas congeladas
Las uvas congeladas pueden conservarse en el congelador hasta 6 meses, como la mayoría de las frutas. Como te contábamos en este artículo sobre cómo congelar frutas y verduras, ten en cuenta que, debido a su alto contenido de agua, las uvas descongeladas pierden su textura original, por lo que se aconseja congelarlas solo para comerlas de esa forma, sin descongelar.
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