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Tarta Red Velvet: ingredientes y receta fácil

Por
Fine Dining Lovers
Redacción
Dificultad
Intermedio
Tiempo total
1H 15MIN
Cocina
Ingredientes

Harina de repostería: 300 g

Huevos: 2

Azúcar: 290 g

Aceite de oliva: 110 ml

Extracto de vainilla: 2 cucharaditas

Cacao en polvo: 2 cucharadas

Leche: 250 ml

Zumo de limón: 2 cucharaditas

Bicarbonato de sodio: 2 cucharaditas

Vinagre blanco: 2 cucharaditas

Colorante alimentario: 1 cucharadita, en gel rojo

Azúcar glas: 360 g

Mantequilla: 190 g

Queso crema: 200 g

Descubre la historia de uno de los pasteles más famosos del mundo, el Red Velvet. Aquí te explicamos cómo prepararlo y decorarlo en casa.

A la hora de elegir un postre, nada más tentador que pensar en una textura aterciopelada, que deshaga en la boca y deje un sabor dulce y delicado. Ya sea que estés buscando una receta para San Valentín o que tengas antojo de una tarta esponjosa y diferente, esta receta es para ti. En este artículo te contamos la historia de la famosa tarta Red Velvet y te damos la receta y todos los secretos para que la prepares en casa.

Preparación

01.
Bizcocho

Para preparar la buttermilk. Pon la leche en un recipiente y agrega el limón. Deja reposar aproximadamente 10 minutos. Verás que la leche se “corta” y se vuelve agria.

02.

En un bol, bate los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Agrega el aceite de oliva y el extracto de vainilla y sigue batiendo hasta integrar todo.

03.

Utilizando un tamiz, tamiza la harina con el cacao. Añade estos ingredientes a la mezcla de huevos y bate con batidora eléctrica hasta integrar todo. Agrega la buttermilk y bate suavemente.

04.

Precalienta el horno a 170 grados centígrados.

05.

Mezcla en una taza el bicarbonato con el vinagre y, mientras burbujea, agrega esta mezcla rápidamente a la preparación.

06.

Añade el colorante rojo y mézclalo bien para que el color quede homogéneo en toda la preparación.

07.

Reparte la masa en tres moldes (preferiblemente desmontables) de 15 centímetros de diámetro, engrasados con mantequilla.

08.

Hornea durante 20 minutos y verifica que estén cocidos introduciendo un palillo. Quita del horno y deja reposar unos 10 minutos. Mientras los bizcochos se enfrían, puedes preparar la cubierta.

09.
Cubierta de queso

Bate la mantequilla con batidora eléctrica a máxima velocidad durante aproximadamente cinco minutos.

10.

Agrega el azúcar glas y bate hasta que los ingredientes se integren.

11.

Agrega el queso crema y bate unos minutos más hasta que quede una mezcla homogénea.

12.
Decoración

Una vez que los bizcochos se han enfriado, pon la cubierta en una manga pastelera con boquilla lisa o utiliza una espátula para repartir la cubierta por cada capa de bizcocho.

13.

Coloca en una bandeja o un plato de tarta el primer bizcocho y esparce la cubierta con la boquilla o con la espátula hasta cubrir todo el bizcocho. Coloca el segundo bizcocho encima y vuelve a repetir el procedimiento hasta llegar a la última capa.

14.

Cubre todo el exterior de la tarta con la cubierta de queso, decora con fresas frescas y lleva a la nevera aproximadamente una hora.

Tarta Red Velvet: origen e historia

Como suele suceder con las recetas que se vuelven muy populares, el origen de la tarta Red Velvet tiene diferentes versiones. Las primeras referencias a esta tarta se encuentran en la época victoriana, alrededor del siglo XIX. En esa época, los pasteleros habían empezado a incluir el cacao en las preparaciones de tartas, ya que les daba una textura más esponjosa. La reacción química que se producía con otros ingredientes ácidos de la mezcla (como el limón y el vinagre), daba además un resultado curioso: la preparación se volvía de color rojizo. De allí que la textura más “aterciopelada” junto con el color hicieran surgir el nombre de “Red Velvet” (“terciopelo rojo” en inglés). Otras versiones también indican que, como consecuencia de la escasez de ingredientes que trajo la Segunda Guerra Mundial, ya en el siglo XX, los pasteleros comenzaron a utilizar zumo de remolacha en las preparaciones, lo que no solo contribuía a darle mejor textura a los bizcochos, sino que confería el color rojizo que mencionábamos antes y que se convirtió en un elemento distintito de la tarta Red Velvet. La versión que da cuenta de la popularidad de la tarta le atribuye el mérito al Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York. Si bien no podremos saber a ciencia cierta cuál fue el verdadero origen de esta tarta, lo cierto es que hoy es una de las tartas más populares, principalmente en la pastelería estadounidense, y puede encontrarse en casi cualquier café o pastelería del mundo. Si quieres prepararla en casa, sigue leyendo para conocer la receta.

Con qué acompañar la tarta Red Velvet

La tarta Red Velvet tiene sabor dulce, pero delicado, por lo que se recomienda combinarla con infusiones que no tapen su sabor. Se acompaña muy bien con tés negros o especiados (por ejemplo, de jengibre), así como con tés frutales. Otra excelente combinación es con champán, que resalta sus sabores y se presta para ocasiones de celebración.

Consejos y variaciones

Es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para lograr una buena textura.

A la hora de hornearla, si no tienes tres moldes, puedes optar por hornear tres bizcochos por separado.

Si quieres probar con alternativas a la fresa, puedes utilizar otros frutos rojos tanto en el relleno de la tarta como en la decoración.

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