Utiliza una sartén de fondo grueso y resistente para cocer el azúcar. Una cacerola con estas características distribuirá el calor de manera uniforme y evitará que el azúcar se queme.
Elige una cacerola mediana de paredes altas. En un cazo demasiado ancho es más probable que el caramelo se queme, mientras que un cazo demasiado pequeño hará que la leche evaporada se desborde al añadirla.
Ten la leche evaporada y la vainilla listas para añadirlas a la salsa de caramelo en cuanto la retires del fuego, así evitarás que se quemen.
Recomendamos usar guantes de cocina para protegerse de las salpicaduras, especialmente al añadir la leche evaporada.
Después de retirarla del fuego, la salsa de caramelo habrá espesado y a continuación volverá a diluirse. No hay problema; volverá a espesar al enfriarse a temperatura ambiente y aún más una vez refrigerada. Si deseas una salsa de caramelo más ligera, cuécela durante menos tiempo y añade más leche evaporada. Para obtener una salsa de caramelo más espesa, déjala cocer durante más tiempo y añade menos leche evaporada.
Conservación
La salsa de caramelo se puede conservar a temperatura ambiente hasta tres días.
Puedes guardar la salsa de caramelo en el frigorífico en un recipiente hermético hasta tres semanas.
También puedes congelarla hasta tres meses. Asegúrate de utilizar un recipiente hermético que no sea de cristal, ya que la leche se expandirá al congelarse y podría romper el cristal. Descongela la salsa toda la noche en el frigorífico y caliéntala suavemente antes de usarla.
Cómo utilizar el caramelo cremoso
La salsa de caramelo es un acompañamiento versátil que se puede utilizar de muchas formas. Es perfecta para añadirla a helados, tortitas, gofres o tostadas francesas. También se puede añadir al café de la mañana para endulzarlo. De postre, la salsa de caramelo es un ingrediente muy popular para tartas, magdalenas, brownies, budines, rollos de canela y tartas de queso. También se puede utilizar para remojar fruta o galletas saladas o para rellenar trufas de chocolate. Las posibilidades son infinitas, y la salsa de caramelo es una forma estupenda de añadir un toque dulce a cualquier plato.
Si eres un amante del caramelo, no puedes perderte la cremosa delicia del dulce de leche, en la que el azúcar se carameliza, dando como resultado un caramelo pegajoso y graso.