Para conseguir una textura muy cremosa, puedes añadir nata líquida o bien un chorrito de aceite de oliva virgen extra después de triturar y volver a batir unos segundos; el resultado será una emulsión natural y sedosa. Para evitar el característico olor del brócoli durante la cocción, basta con añadir una cucharada de vinagre al agua, un truco que no altera el sabor final de la crema. El caldo, por su parte, es la base del sabor, por lo que conviene utilizar uno de buena calidad, y mejor aún si puedes hacerlo casero. Sustituir la cebolla por puerro o añadir un trozo de apio puede aportar matices más dulces y aromáticos. Y, por supuesto, no conviene desechar el tallo del brócoli: al pelarlo y cocerlo junto con los ramilletes, se aprovecha toda la fibra y los nutrientes de la planta.
Variantes
La versatilidad de esta crema permite adaptarla a cualquier paladar o estilo de cocina. Para una versión más sabrosa y con un punto gourmet, añadir queso crema o cheddar rallado antes de triturar, para que se funda con el calor residual. Si se desea un color más vibrante y un aporte extra de vitaminas, incorporar un puñado de espinacas frescas en el último minuto de cocción. Para quienes disfrutan de los sabores especiados, añadir una pizca de curry, cúrcuma o comino durante el rehogado aportará un toque exótico y cálido. También es posible sustituir parte del caldo por nata líquida (o leche de coco) para un acabado más denso y lácteo.
Con qué acompañar la crema de brócoli
La crema de brócoli es un plato que admite múltiples acompañamientos. Los elementos crujientes, como unos picatostes dorados o un puñado de semillas de girasol o pipas de calabaza tostadas, aportan contraste de textura y un toque rústico. Para añadir una dosis extra de proteínas, se puede servir con virutas de jamón ibérico o bacon crujiente, pollo salteado, setas o incluso un huevo poché colocado en el centro del plato. Servida junto a una rebanada de pan de ajo o una baguette artesanal, esta crema se convierte en una comida reconfortante y saludable, perfecta para cualquier época del año. Si te gustan las cremas y sopas y quieres probar otros sabores, te recomendamos la crema de setas y la crema fácil y clásica de patatas, dos imperdibles de la temporada invernal.