Cuando los colores empiezan a cambiar y los días se acortan y se vuelven más fríos, llega el momento de esas bebidas reconfortantes que ayudan a entrar en calor. Para empezar el día, disfrutar durante una pausa o beber al volver a casa, nada mejor que una infusión aromática, colorida y llena de propiedades como estas que te proponemos aquí.
Infusión de flores de malva con mandarina
De un tono violáceo suave típico de la malva, esta infusión es perfecta para contrarrestar los primeros síntomas del frío. La malva aporta propiedades emolientes y antiinflamatorias, mientras que la mandarina añade vitamina C y un aroma cítrico que ayuda a calmar la garganta y suavizar las mucosas. Muy recomendable como primera infusión del día o antes de ir a dormir.
Preparación: colocar en una taza 1 cucharadita de flores de malva con 1 gajo de piel de mandarina deshidratada, agregar agua a 90 °C y dejar reposar entre 8 y 10 minutos. Ideal acompañada con una barrita de frutos secos.
Infusión de té azul (oolong) con azafrán
Este té chino, conocido por su alto contenido de antioxidantes, se combina a la perfección con el azafrán, que aporta propiedades relajantes, digestivas y ligeramente antidepresivas. El resultado es una infusión de sabor tostado suave con notas florales, ideal para tomar después de las comidas o antes de ir a dormir.
Preparación: infusionar 1 cucharadita de té oolong con 1 pizca de hebras de azafrán en agua a 85 °C durante unos 4 minutos. Si lo deseas, acompaña esta infusión con unas galletas de frutos secos o un trocito de chocolate negro.
Infusión de lavanda con bayas de enebro
El solo hecho de evocar el aroma de un campo de lavandas en flor invita a la relajación, y esta infusión captura esas sensaciones. La lavanda aporta un aroma reconfortante, y el enebro, un perfil herbal y resinoso que favorece la digestión, ideal para después de una comida abundante.
Preparación: mezclar 1 cucharadita de flores de lavanda con tres bayas de enebro ligeramente machacadas e infusionar en agua a 95 °C durante unos 8 minutos. Se acompaña muy bien con un trozo de queso brie y algunas uvas.
Infusión de rooibos con canela
Esta infusión destaca por su sabor dulce y especiado, que puede disfrutarse en cualquier momento del día gracias a que el rooibos, variedad originaria de Sudáfrica, no contiene cafeína. La canela, además de aportar un aroma inconfundible, tiene propiedades digestivas, antiinflamatorias y antimicrobianas. Esta infusión es perfecta para entrar en calor y relajarse por la tarde.
Preparación: en 250 ml de agua hirviendo, infusionar 1 cucharadita de rooibos con ½ rama de canela durante unos 8 minutos y colar. Se puede endulzar con miel o agregar una rodaja de naranja para darle un toque cítrico, y es genial para acompañar con un bizcocho especiado o unas galletas.
Infusión de melisa con pétalos de rosa y cardamomo
Esta mezcla es aroma puro, con un perfil floral especiado y propiedades antiestrés y digestivas. Muy útil para relajarse sin que produzca somnolencia, ideal para cerrar el día o beber durante una pausa.
Preparación: infusionar 1 cucharadita de hojas de melisa, pétalos de rosa secos y 2 vainas de cardamomo machacadas en agua a 90 °C durante 8 minutos. Perfecta para acompañar con galletas de mantequilla o macarons.
Infusión de salvia con regaliz y flor de saúco
Una combinación muy eficaz para el invierno, ya que la salvia alivia el dolor de garganta, mientras que la flor de saúco aporta propiedades antivirales. Tiene un sabor decidido y herbal, ligeramente dulce, y se recomienda como infusión preventiva o para aliviar síntomas.
Preparación: poner 1 cucharadita de salvia con ½ cucharadita de regaliz picado y 1 cucharadita de flores de saúco en un recipiente, agregar agua a 95 °C y dejar infusionar durante entre 7 y 8 minutos. Colar y acompañar con jengibre confitado o con un trozo de bizcocho especiado.
Infusión de té blanco con pera deshidratada y nuez moscada
Una infusión elegante, muy suave y ligeramente afrutada. El té blanco es rico en antioxidantes con muy bajo contenido de teína, mientras que la pera añade dulzor natural y la nuez moscada ayuda a la digestión y redondea con un toque cálido.
Preparación: infusionar 1 cucharadita de té blanco con un trozo de pera deshidratada y 1 pizca de nuez moscada en agua a 80 °C durante 3 a 4 minutos. Unas tostaditas con queso de cabra y miel o mermelada cítrica son el acompañamiento perfecto, en especial para una merienda.
Infusión de equinácea, rosa mosqueta y fruta deshidratada
Esta combinación es ideal para reforzar defensas en invierno y disfrutar de un sabor más afrutado lleno de vitaminas: la equinácea, la rosa mosqueta y la fruta deshidratada crean una infusión suave, ideal en la mañana o para las tardes frías.
Preparación: colocar 1 cucharada de mezcla (o 1 bolsita) en un recipiente, agregar agua a 90 °C, dejar reposar 10 minutos, colar y servir. Puedes añadir una rodaja de limón para potenciar la vitamina C. Perfecta con frutos rojos secos o una barrita de avena.
Infusión de regaliz y anís
Esta infusión combina dos ingredientes con un perfil aromático dulce y un efecto reconfortante para los aparatos digestivo y respiratorio. El sabor intenso del regaliz, con sus notas ligeramente amargas, se equilibra bien con el dulzor fresco del anís y resulta una mezcla ideal para después de las comidas o en días fríos para entrar en calor.
Preparación: colocar ½ cucharadita de raíz de regaliz troceada con ½ cucharadita de anís verde. Infusionar en agua a 95 °C durante 7 a 10 minutos. Se acompaña muy bien con pan de higos o con un trozo de bizcocho especiado.
Infusión de cáscara de naranja y clavo
La infusión de cáscara de naranja y clavo es una explosión de aromas y sabores típicos del invierno. La naranja aporta un matiz cítrico y refrescante, además de vitaminas y flavonoides, mientras que el clavo intensifica el carácter especiado de la bebida y aporta propiedades antioxidantes, antibacterianas y digestivas. Tomar esta infusión es una excelente manera de entrar en calor y ayudar a la digestión y al sistema inmunitario.
Preparación: llevar 250 ml de agua a ebullición y agregar la cáscara de naranja (preferiblemente ecológica) y dos clavos de olor. Dejar hervir un minuto, tapar y dejar reposar unos 8 minutos. Colar y servir. Acompañar con bizcochos ligeros, galletas integrales o un trozo de chocolate negro.