Para que esta polenta frita os quede fantástica y se logre un sabor más intenso, hay algunas recomendaciones y consejos que os podemos dar. Por empezar, podéis reemplazar el agua por leche. Otro tip que os encantará, es el de pasar los palitos de polenta por polenta cruda antes de freírlas. Esto resultará en unas tiras fritas mucho más crujientes.
Si se prefiere hacer esta polenta frita sumergiendo completamente las tiras en aceite, es importante que ésta esté bien caliente, para de esta forma evitar que se deshaga la polenta. Para comprobarlo, simplemente se puede tirar un pedacito de polenta dentro del aceite, y si hace muchas burbujas, es porque está listo para freír.
Origen
La polenta frita es una receta de origen italiano, más específicamente del norte de Italia, que se prepara a base de harina de maíz. A día de hoy, se ha convertido en un clásico en diferentes regiones de este país. Aunque el maíz es de origen americano, gracias a la versatilidad de este alimento, tanto en Italia como en otros países de Europa han adaptado sus usos para preparar platos ajustados a los gustos característicos del continente. Ya hacia fines del año 1500 el maíz era un cultivo muy popular en Italia, que rápidamente se convirtió en uno de los ingredientes más utilizados en las comidas de la clase trabajadora. Se trataba de un alimento de bajo costo y a su vez muy nutritivo, por lo que se convirtió en uno de los alimentos más utilizados en las mesas de las familias más pobres. Por su popularidad, llegó más adelante a la aristocracia y se la comenzó a utilizar en otras recetas italianas. Actualmente, es uno de los platos preferidos por muchos. Si os interesa conocer más, no dejéis de visitar nuestra guía sobre qué es y cómo se prepara la polenta.