Lo ideal es comer la coliflor gratinada aún humeante, recién sacada del horno.De todas formas puedes conservarla en la nevera, en un contenedor hermético, durante 1 o 2 días. También puedes congelarla, tras la cocción.
Para dar un toque gourmet más original, puedes utilizar coliflores moradas o naranjas.
Para conferir aún más sabor, puedes añadir quesos fuertes como fontina, taleggio, bitto, caciocavallo o de oveja.