A diferencia del azúcar granulado, que se produce a partir de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera, el azúcar de caña se produce exclusivamente a partir de la caña de azúcar. Se fabrica cortando la caña de azúcar, exprimiendo el jugo, hirviendo el líquido para producir melaza sin refinar y cristalizándolo. Una vez cristalizado el jarabe, se hace girar en una centrifugadora para separar los cristales de la melaza.
Tipos de azúcar de caña
Existen tres tipos principales de azúcar de caña: sin refinar, crudo y refinado. Estos azúcares se diferencian por el modo de procesarlos, y el procesamiento en sí es esencialmente un proceso de aclarado para eliminar parte, la mayor parte o la totalidad de la melaza.
- Azúcar sin refinar. Es oscuro y contiene la mayor parte de la melaza. Incluye productos como el mascabado.
- Azúcar sin refinar. Este tipo de azúcar de caña incluye productos como el turbinado y el demerara y es una etapa intermedia cuyos cristales son entre medianos y gruesos y cuyo color va del dorado al marrón claro. El azúcar crudo conserva una cantidad pequeña, pero significativa, de sabor a melaza.
- Azúcar refinado. Incluye el azúcar blanco granulado, el azúcar de panadero y el azúcar de confitero y es la forma más pura de azúcar, sin melaza ni otras impurezas. Se muele en varias consistencias finas, cada una con una aplicación específica.
El azúcar de caña se utiliza en recetas como galletas, pasteles y otros postres. Es soluble en agua y se funde al calentarlo. Este tipo de azúcar también se puede utilizar como guarnición, por ejemplo, para darle un toque crujiente a las magdalenas.
Azúcar mascabado