¿Habéis escuchado hablar del altramuz? ¿O del lupino? Quizás no os suene el nombre, pero seguramente lo conocéis y lo habéis consumido junto a una caña o aperitivo. El altramuz, también conocido como chocho, lupino o lupin, es una legumbre con propiedades nutricionales maravillosas. Suele comerse a modo de snack, aunque también lo podemos agregar en ensaladas o preparar con él algún tipo de humus o paté. Y al igual que muchas otras legumbres, su harina puede utilizarse para cocinar panificados.
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Qué es el altramuz, sus propiedades y recetas con el lupino
Al igual que muchas de las legumbres que conocemos, el altramuz o lupino posee cualidades nutricionales que vale la pena conocer, para incorporar así este ríquisimo grano a nuestra dieta diaria.
En primer lugar, es importante destacar que los altramuces son muy ricos en proteínas y fibras vegetales. Además, como no poseen gluten, son aptos para personas celíacas. Su contenido glucémico es bajo, en comparación con otras legumbres, y posee vitamina B y otros minerales como potasio, fósforo, magnesio, calcio y hierro. Sus propiedades antioxidantes también hacen de los altramuces un complemento ideal para nuestra alimentación.
Los médicos suelen recomendar el consumo de altramuces a mujeres embarazadas, ya que gracias a su alto contenido de folato previene anomalías en la formación de los bebés. El consumo de altramuces también es muy bueno para la digestión y la movilidad intestinal, ayuda a mejorar la salud cardiovascular y fortalece el sistema inmunitario.
El pan elaborado con harina de altramuz también es muy recomendado en dietas para bajar de peso. En comparación con el pan de trigo convencional, el que se elabora con altramuz mejora en mayor medida el metabolismo de las personas con sobrepeso.
En resumen, el altramuz resulta un alimento excepcional para acompañar nuestras comidas diarias.
Altramuces en conserva
Preparar los altramuces en conserva es la mejor manera de que no se echen a perder y nos duren durante más tiempo en la nevera. El paso a paso es muy similar al proceso que describimos más arriba, donde os enseñamos a quitarle el sabor amargo a esta legumbre.
Lo primero que tienes que hacer es dejar en remojo los altramuces durante un día con agua fría, que debe cubrirlos completamente, ya que aumentarán su tamaño con el correr de las horas. Si es necesario, puedes agregar más agua a medida que van creciendo.
Luego de 24 horas, escurre los altramuces y vuelve a cubrirlos con agua fría en una olla, y agrega también una cucharada de sal. Hierve los granos por 20 minutos aproximadamente. Cuando estén listos, debes dejar los altramuces durante una semana reposando, cambiando el agua con sal dos veces por día, para que así pierdan el sabor amargo que los caracteriza.
Pasada la semana, los altramuces estarán listos para consumir y ser conservados en la nevera. Podéis preparar un frasco esterilizado y colocarlos allí, para que aguanten más días en la nevera.
5 recetas increíbles para cocinar altramuces
Ahora que conocéis todos los beneficios de los altramuces y cómo tenerlos listos para acompañar cualquier aperitivo, te invitamos a conocer otras formas de consumir esta legumbre, rica en proteínas y vitaminas. Si queréis preparar unas riquísimas albóndigas de altramuces o unas deliciosas hamburguesas, aquí os presentamos 5 recetas increíbles para cocinar altramuces.