El otoño ha llegado por de este lado del mundo, y esto no sólo significa que hay colores hermosos por las calles y parques, ni que sólo los días son más fríos y cortos, sino que es el inicio de temporada de unos cítricos fundamentales para nuestra dieta gracias a la cantidad de propiedades y su delicioso sabor. Nos referimos a la mandarina y a la naranja, que son frutas de temporada en noviembre y diciembre. Para conocer más sobre la naranja y sus variedades, no dejéis de visitar nuestro artículo donde contamos todo sobre este cítrico. En esta ocasión os contaremos todo sobre la mandarina: un cítrico delicioso en todas sus variedades originario de Asia.
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Mandarina: propiedades, beneficios y recetas
Al tratarse la mandarina de un cítrico dulce, lo primero que pensamos, aparte de degustarla fresca, es que es ideal para la preparación de postres. Y efectivamente así lo es, ya que es una fruta perfecta para tartas dulces y tortas, pues su grado de acidez es el justo para cualquier tipo de pastelería. Pero también se pueden preparar deliciosos cócteles con mandarina, con y sin alcohol, ya sean licuados o smoothies.
La mandarina es un fruto mucho más versátil de lo que nos imaginamos, y por eso, también se utilizan, por ejemplo, gajos de mandarina para la preparación de ensaladas y salsas que pueden acompañar perfectamente carnes rojas, pollos o cualquier ave y pescados.
Cómo conservar las mandarinas
Una vez cosechadas, las mandarinas pueden mantenerse frescas a temperatura ambiente durante una semana aproximadamente, y unas dos semanas si se refrigeran. Son frutas que idealmente deben conservarse entre los 8 y 12 grados, y es por eso que se recomienda no dejarlas por mucho tiempo expuestas al sol de manera directa. Tanto si se deja a temperatura ambiente o dentro del refrigerador, es importante que se dejen las mandarinas en un recipiente ventilado. Esto permitirá que permanezcan frescas por más tiempo y ayudará a prevenir el moho. Se deben conservar en un lugar seco y fresco. Finalmente, en caso que se desee lavar las mandarinas, es recomendable que se haga justo antes de comerlas y no al momento de guardarlas, ya que el exceso de agua puede significar la formación de hongos, que hacen que las frutas se echen a perder más rápidamente.