La granada contiene principalmente flavonoides y polifenoles, químicos que hacen de esta fruta un potente antioxidante. Posee también vitaminas A, B y C, así como potasio, magnesio, calcio, fósforo y hierro. Aporta por porción apenas 83 calorías, 18,7 gr. de carbohidratos y 1,17 gr. de lípidos.
Además de los beneficios antes mencionados, las propiedades nutricionales de la granada hacen que su consumo sea muy bueno para la piel así como para mantener una buena salud de los riñones.
Contraindicaciones y efectos secundarios de la granada
Si bien el consumo de granada es muy bueno para nuestro organismo, puede que para algunas personas existan efectos secundarios o contraindicaciones. Por ejemplo, quienes toman medicamentos para controlar la presión arterial deben cuidarse de consumir en exceso zumo de granada, ya que puede reducir el efecto de los mismos. Por otro lado, al contener altas dosis de alcaloides, la granada también puede producir mareos si no se controla su ingesta. Por eso siempre se recomienda consultar con el médico de cabecera.
¿De dónde proviene el sabor ácido de la granada?
Si bien la granada se caracteriza por su sabor dulce, tiene también un toque ácido, y eso se debe principalmente a los ácidos orgánicos que contiene, tales como el cítrico.
Variedades de granadas
Existen dos grandes grupos en los cuales se pueden dividir los tipos de granada: la más conocida, denominada Punica granatum, y la Punica protopunica, que se produce en Yemen del Sur.
A su vez, existen diferentes variedades de esta fruta, entre las que podemos nombrar la granada blanca, de tamaño mediano y piel lisa, o la granada conocida como Mollar de Elche, una de las variedades más cultivadas en España, cuyo color es de un rosado más claro. También conocemos la granada Valenciana, la Española o Pepe Shell, que son asimismo tipos de granada que se producen en la Península Ibérica. Se distinguen principalmente por su tamaño y por su color, siempre en las tonalidades entre amarillentas, rosadas y rojizas.
Uso en la cocina