Para la mayoría de nosotros, el nombre suena similar a esa tonalidad de color entre el amarillo y el marrón de la que tanto abusan los catálogos de decoración. Sin embargo, los verdaderos comidistas saben que cuando se habla de ocra se está hablando de una planta comestible.
A pesar del nombre exótico, no hay que dejarse amedrentar, porque cocinar la okra —se puede escribir tanto con "c" como con "k"— es mucho más fácil de lo que pensáis. Si bien desde hace ya algunos años es posible encontrarla en los menús de los restaurantes, aún no ha entrado en la cocina cotidiana. Y aunque difícilmente se convierta en el próximo ingrediente de moda, ¿por qué no descubrirlo mejor?
Veamos de qué se trata y, sobre todo, cómo se cocina la okra, con algunas ideas de recetas fáciles de replicar en casa. ¿Habéis visto lo fotogénica que es?
Qué es la okra
De origen africano, la ocra tiende a crecer en climas tropicales y subtropicales, pero su cultivo se está extendiendo cada vez en Europa, en países como Italia (donde la región de Sicilia es la que más la produce).