Paso 1
Si optáis por utilizar el ajo en la preparación, sofreídlo con una cucharada de aceite en una olla mediana, la misma en la que cocinaréis el arroz. Si preferís no usarlo, podéis comenzar la receta directamente por el paso 3, colocando en la olla todos los ingredientes al mismo tiempo.
Paso 2
Echar el arroz y la sal, y revolver hasta que quede empapado de aceite.
Paso 3
Agregar 2 tazas de agua (y 1 taza de arroz, sal y aceite si comenzáis la receta aquí), revolver y cocinar durante unos minutos a fuego alto, hasta que hierva.
Paso 4
Reducir a fuego lento y seguir cocinando hasta que el agua esté completamente evaporada. Se recomienda ir controlando esta cocción y revolver un poco si es necesario.
Paso 5
Una vez que ya no quede agua, comprobar que el arroz esté cocido y retirar del fuego. Si al probarlo el arroz resulta todavía duro, lo que significa que le faltan apenas unos minutos de cocción, retirar del fuego de todos modos; el calor de la olla terminará de cocinar el arroz.
Trucos para hacer el arroz blanco perfecto y conservarlo
Si bien el paso a paso para conseguir un arroz blanco perfecto es muy sencillo, hay algunos trucos y secretos que hay que tener en cuenta. La olla que vais a utilizar es fundamental. Tiene que ser una olla en buen estado y en lo posible antiadherente, es decir, que evite que la comida se pegue durante la cocción. El tipo de arroz que utilices también es clave para conseguir un buen resultado. No sólo tiene que ser un arroz de calidad sino que también es recomendable utilizar el arroz tradicional de grano medio. Respetar las proporciones indicadas en la receta es muy importante para controlar adecuadamente los tiempos de cocción: siempre hay que utilizar dos tazas de agua por una de arroz. En cuanto a la cantidad de arroz por persona, en recetas en las que el arroz es el plato principal (como la paella), se calculan aproximadamente 100 gramos por persona, que equivalen a una taza de desayuno o un vaso. Si la receta prevé que el arroz sea el acompañamiento, deben calcularse, en cambio 50 gramos por persona (o ¼ taza). Controlar la cantidad de sal también es fundamental, ya que el exceso puede arruinar el plato.
La opción de incluir ajo durante la preparación puede ser un buen truco para aportar un extra de sabor a nuestro arroz blanco. Si preferís que el arroz quede más suelto, lo podéis lavar con un poco de agua antes de cocinarlo para retirar el almidón. Y si lo vais a utilizar al día siguiente para una ensalada, por ejemplo, también se puede enjuagar el arroz con un poco de agua una vez que esté cocido, antes de guardarlo.
Una vez cocido, el arroz puede conservarse en la nevera dos o tres días, aunque se recomienda el consumo dentro de las 48 horas. Es importante dejar que el arroz se enfríe antes de colocarlo en un recipiente hermético y de ponerlo en la parte trasera de la nevera, de modo que reciba frío uniforme. Para consumirlo, se aconseja recalentarlo por encima de los 60 °C para eliminar cualquier bacteria. También se puede congelar en el freezer, donde se conservarás hasta un mes.
Cinco recetas con arroz
El arroz blanco puede ser el acompañamiento ideal de infinidad de recetas. Muchas de ellas lo utilizan como base de la preparación y otras como guarnición.