ROM
Passeig Marítim, 43
17480 Roses Girona
España
42.2645507, 3.1612984

Descubre tu sitio
ROM, en Roses, redefine el diálogo entre tradición y modernidad a través de una propuesta culinaria que navega con soltura entre la esencia del Mediterráneo y la precisión de la técnica contemporánea. El restaurante, resguardado tras grandes ventanales que filtran la luz cambiante de la Costa Brava, logra que el entorno permeé cada instante de la experiencia. El rumor suave del mar se funde con el diseño de interiores: madera clara, líneas depuradas y una selección de plantas autóctonas dibujan un espacio donde la atmósfera acompaña, sin imponerse.
El chef al frente de ROM ha elegido como brújula la honestidad del producto local, concibiendo la cocina como un relato en constante evolución. Su filosofía se resume en el respeto absoluto al origen y la temporada. Los productos del Empordà —desde los pescados capturados a escasos kilómetros hasta las hierbas y vegetales de proximidad— articulan una carta donde la temporalidad no es una consigna, sino un principio activo y determinante. Cada plato parte de lo esencial: el sabor propio del mar o de la tierra es el protagonista, matizado a través de contrastes sutiles que evitan toda estridencia.
El arroz marinero, preparado con un rigor casi científico, ejemplifica esa búsqueda de equilibrio. Las piezas de pescado, seleccionadas según la captura del día, se presentan sin adornos innecesarios; las ostras, realzadas por matices cítricos y notas herbáceas, evidencian un trabajo de fondo en el que la técnica no eclipsa el perfil del producto. Nada aquí induce a la ostentación: los emplatados, sobrios y pensados, introducen juegos de volúmenes y cromatismos contenidos; la vajilla artesanal aporta unidad visual y refuerza la conexión con el entorno.
Más allá de la carta, el sello de ROM reside en su coherencia. La propuesta culinaria rehúye modas efímeras: la identidad local, reinterpretada con respeto y creatividad, marca el pulso de una cocina donde cada estación determina la narrativa. Los menús varían al compás de lo que dicta el mercado, pero la línea argumental permanece: ninguna técnica se impone, ninguna presentación distorsiona el trasfondo.
La distinción Michelin responde a un trabajo donde la excelencia es consecuencia de la reflexión y del arraigo. ROM invita a descubrir, desde la mesa, la versión más honesta y sofisticada de la cocina mediterránea, donde la sostenibilidad y la belleza comedida encuentran un lenguaje común.